Desde su origen, Banagro ha estado vinculado al desarrollo de la agricultura chilena, no solo como un socio financiero, sino también como un actor activo en la construcción de un modelo productivo más sostenible y responsable.
En el año 2019, la compañía dio un paso decisivo al crear su Línea de Financiamiento Verde, destinada a respaldar proyectos que generen un impacto cuantificable en la reducción de la huella hídrica y de carbono. A través de esta iniciativa, se han financiado plantas fotovoltaicas, torres de control de heladas, sistemas de riego por goteo y otras tecnologías, todas orientadas a aumentar la eficiencia y resiliencia del sector agrícola.
La preocupación por el medioambiente también se refleja en el monitoreo de su propia operación. Desde el 2021, Banagro trabaja junto a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso en la medición de su huella de carbono, estando inscritos en el Programa Huella Chile del Ministerio del Medio Ambiente. Este esfuerzo ya ha permitido reducir en un 71% sus emisiones, con la meta de alcanzar la carbono neutralidad.
En paralelo, la empresa ha impulsado un proceso de gestión de residuos que la encamina hacia la certificación Zero Waste, mediante una alianza con SOREPA para reciclar y procesar papel, fomentando la economía circular.
En el plano social y de gobernanza, Banagro se consolidó como Empresa B en 2021, recertificándose en 2025. Este estándar internacional exige mejoras continuas en el triple impacto: financiero, social y ambiental, lo que ha reforzado el compromiso de la compañía con el desarrollo sostenible del agro chileno.
De esta manera, Banagro reafirma su convicción de que el crecimiento agrícola debe ir de la mano con la sustentabilidad, acompañando a sus clientes no solo con financiamiento, sino también con una visión de futuro que equilibre rentabilidad, responsabilidad social y cuidado del entorno.
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