El ministro de Agricultura Esteban Valenzuela, junto a la subsecretaria Ignacia Fernández, se reunieron con la directiva de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) liderada por su presidente Antonio Walker para dar cuenta de una afectación estimada realizada por el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN) del Ministerio de Agricultura, de 274.842 hectáreas entre las regiones de entre Valparaíso y Biobío, lo que equivale a una pérdida de $904 mil millones.
El ministro Valenzuela dijo que “hemos conversado en profundidad con la subsecretaria Javiera Petersen de como dinamizamos los créditos del Fondo de Garantía para Pequeños Empresarios (FOGAPE) con garantía estatal para la agricultura. El Ministerio de Economía accedió colocar el sector agrícola como parte importante de este FOGAPE. Hay datos de 12.500 agricultores que ya lo han usado, pero se necesitan más, ya que la afectación a la agricultura, de ambos frentes, incluyendo riego, bordes de ríos y bocatomas, estamos hablando de cifras que se acercan a los US$ 900 millones”.
El presidente de la SNA, Antonio Walker señaló que “hemos venido a pedir un financiamiento de emergencia, no un subsidio, sino que financiamiento con garantía estatal. Tenemos el FOGAPE y el Chile Apoya, que el ministro lo está revisando, estamos viendo el impacto que ha sufrido la agricultura respecto a otros sectores de la economía y también le hemos pedido al ministro que nos ayude a gestionar un FOGAES para la agricultura con el objeto de tener financiamiento para poner de pie a la agricultura, el agricultor no es sujeto de crédito hoy día porque ya tiene sus campos hipotecados y hoy ese mismo campo con el frente de mal tiempo se encuentra dañado”.
También Walker señaló que comparten el diagnóstico del ministerio ya que “este segundo frente de mal tiempo ha causado graves daños en los sectores rurales, graves daños también en la agricultura chilena, ha causado graves daños entre los trabajadores agrícolas, estamos hablando de más de US$ 1.000 millones, un diagnóstico bastante compartido con el Ministerio de Agricultura y aquí tenemos dos objetivos, uno poner la infraestructura hídrica de pie lo antes posible, porque tenemos que regar la última semana de septiembre o si no vamos a aumentar los daños de este frente de mal tiempo”.
El ministro Valenzuela se refirió al daño recibido por los agricultores y dijo que “se puede hablar de tres tercios en lo que hemos observado con CIREN y Odepa. Daño duro a la tierra y la producción, también en el riego, en los canales, todo aquello que afecta de manera fundamental y también hay pérdida de forraje, de cultivos, daños a parte de la fruticultura y daños directo a la producción”.
“Se empiezan a entregar los bonos de recuperación económica ya la primera semana de septiembre y esta semana el ministerio de Agricultura comienza, una vez más, a distribuir forraje y alimentación a los animales”, agregó la autoridad del agro.
Imágenes satelitales
Con el objetivo de conocer cuáles son las zonas agrícolas del centro-sur del país que están inundadas a causa del sistema frontal se instruyó hace algunos días al CIREN coordinar el procesamiento de imágenes satelitales y la entrega de información geoespacial, a través del Visualizador de Emergencia Agrícola (VEA).
CIREN, es una corporación de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) y dependiente del Ministerio de Agricultura que presta soporte a los proyectos desarrollados por la institución, mediante el procesamiento y análisis de imágenes satelitales. Su labor incluye el apoyo en estudios orientados a temas agronómicos, entre los que se encuentran la detección de especies, seguimientos y monitoreo de cultivos y praderas, la construcción de variables superficiales de la tierra, tanto a nivel continental como superficiales del océano y la amenaza de riesgos, entre muchos otros temas asociados dentro de las ciencias de la tierra.
Para lograr este análisis que se requiere de las recientes inundaciones las autoridades analizaron el trabajo realizado en la emergencia de junio y concordaron que se utilizará la información obtenida a través de los polígonos de afectación de esa fecha y la actualización de la misma, a través del procesamiento de imágenes del radar Sentinel 1.
El radar Sentinel 1, pertenece al Programa Copernicus, tiene un radar de apertura que permite observar el territorio, a través de zonas nubladas y durante las noches, lo que lo transforma en una herramienta diferenciadora al momento de estudiar catástrofes de la magnitud actual que enfrenta nuestro país.
El trabajo de estimación de áreas de inundación se realiza utilizando las áreas de afectación producidas por las precipitaciones ocurridas en junio, actualizando la información para las regiones de O’Higgins, Maule y Ñuble, inicialmente.
Fuente: Portalfruticola.com