Una de las industrias más afectadas por el cambio climático es la vitivinícola, particularmente por la escasez hídrica y el alza en las temperaturas. Las viñas son vulnerables a las cambios en las condiciones climáticas, y variables como la temperatura, humedad, temperatura del suelo, exposición solar y viento, son clave para las etapas de cultivo y cosecha. Para abordar este escenario, las viñas están implementando diversas tecnologías para optimizar los cultivos. Entre ellas, soluciones de imágenes satelitales y análisis con Inteligencia Artificial (IA) para incrementar la eficiencia en el manejo del viñedo; sistemas de gestión de riego que operan con software y sensores para optimizar el uso de agua; e imágenes satelitales y tecnología agrometeorológica para predecir el volumen de las cosechas. Algunos viñedos están aplicando soluciones de imágenes satelitales e inteligencia artificial que generan recomendaciones y proyectan rendimiento. Grupo Partner: mapa con imágenes satelitales Grupo Partner, firma de origen francés de soluciones y servicios para el mercado vitivinícola, introdujo en el país la solución Terranis Oenoview. Esta tecnología utiliza imágenes satelitales de resolución espacial para entregar un análisis en tiempo real del viñedo, en aspectos como estrés hídrico, heterogeneidades en las parcelas de cultivo, vigor de la vid -intensidad del crecimiento- y madurez de la uva, lo que permite planificar y parametrizar el cultivo. Manuel Sánchez, del área de innovación del Grupo Partner, explicó que esta fotografía satelital, a través de un algoritmo, entrega una imagen del viñedo con distintos colores, que representan parámetros e indicadores que miden variables. “Con esta información, por ejemplo, se puede mejorar la gestión hídrica y regar según los requerimientos por parcela, manteniendo el consumo hídrico de la viña”, dijo. Unas 10 viñas de los valles de Maipo y Colchagua utilizan la tecnología Terranis Oenoview. En base a las imágenes, Terranis Oenoview realiza informes sobre el estado del viñedo y las acciones que debe realizar para ser eficiente con IA y profesionales que trabajan para la herramienta, como enólogos. El usuario puede acceder a esta información desde el computador o una aplicación móvil. A la fecha, cerca de 10 viñas chilenas utilizan la herramienta, ubicadas principalmente en los valles de Colchagua y del Maipo. Veramonte: software y sensores de riego Otra de las viñas que optó por la tecnología es Viñedos Veramonte, con cultivos en Casablanca y Colchagua, para hacer frente a la escasez hídrica. Implementaron un sistema de sensores para la gestión del riego, que mide variables como temperatura, humedad y cantidad de agua. Estos datos son integrados en un software, que determina cuánto y cuándo regar en los predios, y a través de sondas, maneja el nivel de agua de los suelos. Los resultados de estas mediciones se pueden visualizar en una plataforma digital y comparar con datos anteriores. José Aguirre, gerente agrícola de Viña Veramonte, comentó que esta herramienta permite manejar en línea “cuáles son las verdaderas necesidades del suelo y orientar mejor las acciones que se tienen que implementar en cada viñedo para hacer más eficiente la operación, donde incluso, dentro de un mismo predio, puede haber requerimientos distintos. El uso adecuado del agua hoy es clave para nosotros, considerando que en casi todos los valles de Chile tenemos déficit”. La viña invierte alrededor de $ 100 millones al año en la aplicación de esta tecnología. Concha y Toro: volumen de la cosecha con IA El Centro de Investigación e Innovación (CII) de la Viña Concha y Toro desarrolló SmartAgro, una plataforma digital que contiene distintos aplicativos, que permiten monitorear el viñedo, saber cuánta agua se está perdiendo en los predios, y pronosticar el volumen de las cosechas con inteligencia artificial. El director del CII de Concha y Toro, Álvaro González, comentó que usaron esta tecnología en las dos últimas temporadas en 1.200 hectáreas, “y en temas de agua, hemos tenido ahorros de un 18% en la temporada 2021-2022, y 20% en la temporada 2022-2023, lo que representa un tremendo impacto considerando que la escasez hídrica ha sido uno de los problemas principales”. Para recopilar estos datos, SmartAgro utiliza tanto imágenes satelitales multiespectrales como sensores instalados en estaciones agrometeorológicas propias de la viña. Los sensores miden la evapotranspiración de la vid, es decir, la pérdida de humedad de una superficie y de agua de la planta, y también calcular el rendimiento de los predios. En tanto, las imágenes permiten visualizar aspectos como el vigor de las plantas y el estrés hídrico.
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